Cómo ahorrar energía en los electrodomésticos

En el día a día son muchos los gastos de energía que podemos tener en casa a raíz de electrodomésticos o aparatos eléctricos que se conectan permanentemente o de vez en cuando, y claro está que a la larga se acaba notando todo ello en la factura de la electricidad. De ahí que vamos a ver algunos consejos para poder ahorrar algo de dinero en nuestra factura de Iberdrola -o Endesa, etc.-.

Atención al etiquetado energético

El etiquetado energético os sonará de haberlo visto pegado en los electrodomésticos o señalado en el cartelito informativo de las tiendas. Se trata de una certificación donde el consumidor puede conocer cuál es la eficiencia de consumo, es decir, qué tanta energía desperdicia, además de otra información como el ruido que emite. ¿Y cómo se diferencian unos de otros? Pues sencillo, a través de una codificación numérica que va de la A a la G, donde la primera indica una eficiencia máxima -depende de si lleva “+” o “++”- y la última una pésima, pues desperdiciará más que otra cosa. No obstante no vais a encontrar en tiendas nada más allá de la “B”, siendo lo más habitual la A+ o A++.

Y claro está que a la hora de comparar electrodomésticos tendréis que hacerlo entre sus equivalentes. Es decir, que no vale comparar una lavadora de 5 kg y certificación A++ con una lavadora de 7 kg y certificación B+. No, debe ser lo más parecido posible.

Consejos para ahorrar energía según el electrodoméstico

Frigoríficos: se trata del electrodoméstico que más consume en una vivienda, pues está 24 horas funcionando, y en lo que respecta al área del congelador necesita una gran cantidad de energía para poder hacer su labor, por lo que conviene estar al tanto a la hora de realizar la compra. En este caso lo primero que habrá que tener en cuenta es para cuántas personas dará servicio, pues no será lo mismo comprar uno para una pareja que otro para una familia de 7 miembros. Y aquí es donde entran en juego los caprichos, pues en el mercado hay grandes frigoríficos como los “americanos” que sorprenden por su volumen y aspecto, pero también por su consumo, por lo que tendréis que tener claro qué es lo que necesitáis. Y siempre que podáis escoged una certificación energética cuanto más alta mejor: “A++” o “A+++”.

Lavadora: lo mismo que en el caso anterior. ¿Necesitáis una lavadora de 8 kg si sois tres en casa? Ya os lo digo yo: no. Hay que ser consciente.

Placas de inducción: ¿qué son las famosas placas de inducción? Pues a groso modo un sistema “inteligente” que detecta el tamaño del recipiente colocado en su superficie y en consecuencia sabe cuánta energía necesitará para calentar. Es el sistema que a día de hoy menos consume, aunque también el más caro, por lo que si cocináis diariamente ésta será vuestra mejor opción, pues rentabilizaréis rápido la inversión.

Horno: ahí va un truco sencillo: que tenga ventilador. De esta manera el aire circulará más rápido en el interior y el alimento se hará antes. Por lo tanto menos energía consumida.