Mantenimiento adecuado del frigorífico

Para evitar las averías prematuras de los electrodomésticos es recomendable realizar un mantenimiento previo; algo básico, pero que no todo el mundo lleva a cabo; y de ahí que haya tantas fallas en electrodomésticos que podrían aguantar más. Hoy vamos a ver unos consejos realizar un mantenimiento adecuado del frigorífico, uno de los electrodomésticos clave de toda vivienda.

Temperatura de los alimentos

Tenemos que tener en cuenta que el frigorífico tratará de mantener siempre la temperatura indicada, para lo cual el motor funcionará a un régimen determinado para el que está diseñado. Pero claro, ¿qué pasa si metemos un alimento caliente? Pues sencillamente sucederá que el frigorífico, a fin de equilibrar esa temperatura elevada a la “ambiental”, tendrá que generar más frío, lo que supone un mayor esfuerzo del motor y un mayor consumo eléctrico, con el coste que ésto lleva aparejado. Si hacemos ésto con frecuencia el frigorífico puede acabar dañándose, por ello es importante que los alimentos calientes los dejéis enfriar previamente en una mesa, y luego, una vez estén con una temperatura ambiental, los metáis a enfriarse. Además del propio frigorífico estos contrastes térmicos pueden dañar el recipiente donde esté el alimento e incluso la propia comida.

Circulación del frío

En el interior el frigorífico hay una serie de conductos de entrada y salida de aire, y por consiguiente también un sistema interno de circulación. De ahí que sea importante no bloquear el frigorífico con una carga excesiva. Lo más recomendable sería dejar un espacio entre los alimentos y entre éstos y las paredes del frigorífico.

Temperaturas adecuadas

No porque los alimentos estén más fríos van a estar mejor, por lo que es conveniente fijarse en las especificaciones del fabricante y del productor de la comida, pues siempre suelen indicar estos parámetros. Si nos pasamos con la temperatura podemos llegar a forzar el motor y acabar dañándolo. Para congelar ya están los congeladores.

Malos olores

Para evitar los malos olores conviene hacer una limpieza del frigorífico dos o tres veces al año y cada vez que nos vayamos a ausentar más de 15 días. Para ello conviene vaciar el mismo, desconectarlo, esperar a que se aclimate con la temperatura ambiental y darle una limpieza con los productos que recomiende el fabricante. Cuando uno se vaya fuera conviene dejar el frigorífico con la puerta abierta, más que nada para que los olores no se concentren (obviamente con el aparato desconectado).

Intercambio térmico

Un par de veces al año conviene limpiar la rejilla trasera del frigorífico (serpentina) para eliminar el polvo y las suciedades acumuladas; de esta manera se permite que el intercambio térmico entre el interior y el exterior del aparato. Un dato muy a tener en cuenta y que muy poca gente lleva a cabo; en cambio suele ser una falla común en los frigoríficos. Para hacerlo todo de una se puede aprovechar el momento de limpieza del punto anterior.

Juntas

Igualmente conviene echar un vistazo a las juntas del frigorífico, pues dependiendo de su estado puede que no sellen bien y estén permitiendo el escape de energía, con el consiguiente funcionamiento extra del motor y su consumo añadido.